Existen muchos detalles en las vidas de los ídolos que apenas se conocen. En el caso de Kevin Durant, hubo un momento que marcó su infancia y su carrera y que quedará grabado en su cabeza para la posteridad.
Cuando Durant comenzó a formarse con ocho años de edad, hubo dos personas que le hicieron crecer como jugador: Taras Brown y Charles Craig, alias 'Big Chucky'. Ambos se convirtieron en sus mentores, coaches y amigos, y le dieron las claves para llegar a lo más alto.
Mientras el primero se encargaba de la parte más dura de la formación (arduos entrenamientos, castigos físicos en la empinada colina de la ciudad y mucha disciplina), 'Big Chucky' era el que hacía las actividades más divertidas combinadas con horas de gimnasio y la tutoría de preceptos básicos del básquetbol para aquellos chicos de Seat Pleasant, Maryland, que soñaban con jugar al máximo nivel.
'Big Chucky' murió poco después de firmar la carta de intención para que su pupilo ingresara en la Universidad de Texas. El 30 de abril de 2005, el que se había convertido en el mejor amigo de Durant recibió varios disparos de bala que acabaron con su vida y dejaron atónito a la estrella emergente.
"Fue muy importante, un tipo que confió en mí. Me puso en una posición para divertirme jugando. Fue el primero que me dio una oportunidad. Alguien que siempre recordaré. Siempre me cuida desde el cielo", confesó Kevin en exclusiva a ESPNDeportes.com.
'Big Chucky' era el clásico entrenador de barrio humilde. Su compromiso con la comunidad era mayúsculo y vivía por y para los chicos y chicas que amaban el deporte. Durant se quedaba en su casa a dormir cuando los compromisos laborales de Wanda Pratt, su madre, no le permitían ocuparse de su hijo. Cuando le hacía falta algo de calderilla, 'Big Chucky' se encargaba de dársela sin recibir a cambio nada más que una sonrisa y el trabajo duro sobre la cancha. Y así se hizo cargo de todos los jóvenes.Siempre dispuesto a encargarse de los costes de las equipaciones y todo lo que hiciera falta.
Chucky fue uno de mis queridos amigos y me dolió cuando murió. Fue uno de los hombres que me ayudó a criar a mis hijos, siempre fue una influencia positiva", señaló Wanda, que recordó el momento en que su hijo se enteró de la noticia.
"Fue duro para él. Estaba fuera del colegio y no pudo venir para ser parte del memorial y darle su último adiós; eso fue muy difícil para él. No pude estar ahí porque estaba viajando por trabajo. Fue una parte muy importante de nuestras vidas. Le quería mucho", agregó.
Y es que el propio Durant recordó emocionado el momento en que le comunicaron el fallecimiento de Chucky.
"Estaba en una visita en la Universidad de North Carolina. Mi madre y mi padrino me lo dijeron y no lo podía creer porque siempre pensé que era un 'superman'. Desafortunadamente sucedió, y mi trabajo es el de mantener su nombre vivo. Significó mucho para los chicos del barrio. Fue una gran influencia", apuntó.
Kevin tardó meses en recuperarse. Aquel coach le hizo sentir como una estrella antes de serlo y, aunque reconoce que todavía le cuesta hablar del tema, el jugador desea que la presencia de 'Big Chucky' siga siempre con vida.
Desde su primer año en la Universidad de Texas, Durant porta en su espalda el número 35 en honor a su mentor que murió con esa edad. Su nombre aparece en todo el calzado que Nike diseñó para él. Como no podía ser menos, las nuevas KD VI también llevan reflejado 'Big Chucky' en la parte trasera.
Se trata del homenaje particular que Durant le dedica a la persona que más confió en él.
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