Esta semana, con la publicación de las cifras oficiales del tope salarial y el inicio de las firmas de contratos formales, se suponía que habría claridad en la NBA. En lugar de eso, nos dejaron debatiendo el tipo de obligaciones que no son cubiertas por el contrato colectivo de trabajo, un terreno borroso de valores y moralidades.
Pueden reunir a cuantos abogados y contadores deseen, y aun así no podrían obtener una respuesta definitiva a la pregunta: ¿Qué le deben los Lakers a Kobe Bryant? Y a la inversa, ¿cuánto les debe Kobe a ellos?
Estos son los cuestionamientos centrales que rigen a los Lakers, mientras ellos toman decisiones claves para los próximos años. ¿Deben ir con todo por otro campeonato, aprovechando que Kobe todavía pertenece a la élite de la liga (aunque con una ventana cada vez menor), o deben embarcarse en una estrategia a largo plazo para ganar en unos cuantos años? ¿Kobe debe renunciar a la compensación justa que está por llegarle para facilitar los movimientos de los Lakers?
Los Lakers le han pagado a Bryant un cuarto de billón de dólares durante su carrera en la NBA. Lo han puesto en posición para ganar cinco campeonatos. A cambio, él ha jugado bajo todas las circunstancias, salvo estar atado a una camilla de hospital, y ha anotado más puntos que todos excepto tres jugadores en la historia de la liga.
Hasta el momento, parece que los Lakers operan bajo la premisa de que ellos están en deuda con Bryant, el hombre con el que han estado atados desde 1996. No es la forma como las cosas funcionan usualmente en Los Ángeles, donde las esposas y los autos alquilados son frecuentemente regresados con la misma frecuencia. Los Lakers emplearon su cláusula de amnistía en el salario de $7.7 millones de Metta World Peace, aunque quitar los $30 millones de Bryant de la nómina hubiera tenido un impacto financiero más dramático, y aun así brindaba la oportunidad para que él volviera en 2014-15.
La promesa de cortar a Kobe (al igual que deshacerse de Mike D'Antoni) hubieran sido señales mucho más significativas para Dwight Howard que esos anuncios espectaculares de "Quédate", de que los Lakers estaban comprometidos con el pívot.
¿Movimientos dramáticos? Seguro. Pero si piensan acerca de eso, no hubieran sido diferentes de lo que los Lakers hicieron en 2004, cuando estaban desesperados por retener a Kobe. Ellos dejaron que Phil Jackson se marchara y canjearon a Shaquille O'Neal a Miami. Cuando fue el momento de elegir entre Kobe y Shaq, los Lakers optaron por el jugador de 25 años por encima del de 32 años. Ellos también optaron por el más popular de los dos. Los aficionados de los Lakers estaban obsesionados con Kobe, y estaban cada vez más frustrados con Shaq.
Kobe se ganó a la afición. Y si todavía había algunas dudas de que él tiene un estatus elevado, él las apaciguó cuando salió a la banca de los Lakers en muletas, poco después de que Howard fuera expulsado del juego final de playoffs de los Lakers. La afición respondió con la ovación más fuerte del día.
Es por eso que los Lakers optaron por Bryant, quien cumple 35 años el próximo mes y quien viene de una cirugía mayor, por encima de Howard, de 27 años, quien no logró que ni la franquicia o los aficionados comenzaran una etapa de duelo cuando él decidió marcharse a Houston. También es porque Howard no generó ningún patrimonio con los Lakers. No ganó ni un solo juego de playoffs.
Logros no siempre equivalen a obligaciones. Paul Pierce jugó 1,102 partidos con los Boston Celtics, les ayudó a obtener el título número 17, anotó más puntos con el jersey verde y blanco que cualquier otro jugador que no fuera John Havlicek, y todo eso no le permitió terminar su carrera en Boston. No hay ninguna cláusula sobre eso en las reglas del tope salarial, no hay forma de que los Celtics se reabastezcan mientras mantienen con ellos a Pierce con un sueldo correspondiente a sus habilidades. Por eso, él está ahora con los Brooklyn Nets.
Los Celtics eligieron su futuro por encima de honrar el esfuerzo pasado de Pierce, o el de poner un equipo competitivo en el presente. ¿Es justo esto para Pierce o los aficionados, a quienes les cobrarán las entradas a precio completo? Digamos que los Celtics operan con un déficit obligado actualmente.
¿Saben qué organización muestra un balance de "cero deuda" actualmente? Los Clippers. Ellos consiguieron al mejor coach disponible (aunque técnicamente, él no estaba disponible) y le pegaron un salario que la mayoría de los coaches ya no recibe; ellos tienen a sus dos estrellas principales (Chris Paul y Blake Griffin) bajo contratos a largo plazo, y ellos llenaron su roster con jugadores de soporte como J.J. Redick, Jared Dudley, Darren Collison, Matt Barnes y Ryan Hollins.
Eso quizá explique en parte por qué Paul declinó hacer una gira como agente libre. Él pudo haber obtenido uno o dos movimientos de personal más de los Clippers, o tentar a otros equipos para que reacomodaran sus rosters para que él encajara.
"No creí que eso fuera justo", dijo Paul. "Estoy al tanto de lo que hubiera ocurrido, o dónde podría haber ido. Tengo conocimiento de las situaciones. No había necesidad de agregar stress con nadie".
Entonces, él le dijo a los otros equipos que no perdieran su tiempo, se comprometió con los Clippers desde un inicio y luego firmó su contrato a la primera oportunidad posible. De nuevo, yo también estaría ansioso por firmar un contrato a mi nombre que tuviera un sueldo de $107 millones.
Nosotros no veremos a Kobe demandando semejantes cantidades. Las restricciones del tope salarial significan que si Kobe quiere seguir jugando más allá de la próxima temporada y traer al mejor talento disponible, él y los Lakers deberán llegar a un acuerdo en un sueldo que le pague por debajo de su valor. Incluso si él no puede producir al mismo nivel, pueden argumentar de que él todavía merece un contrato máximo basado en todos los años donde el mismo concepto, un tope salarial, evitó que él recibiera una compensación justa por todos los boletos, jerseys y patrocinios que vendió. Pero él será obligado a elegir entre competencia y compensación. Creo que el competidor ganará.
Shaquille O'Neal aceptó una reducción salarial de $7 millones con el Miami Heat en 2005, un movimiento que le permitió al Heat reconfigurar su roster y traer las piezas con las que obtuvieron el título en 2006. En 2007, el salario reducido de Kevin Garnett (él ganó casi lo mismo en los primeros tres años de su nuevo contrato, como lo hizo en los últimos dos de su acuerdo emblemático previo), facilitaron que los Minnesota Timberwolves lo enviaran a los Celtics en el canje que redefinió su carrera. Bryant podría ser requerido para tomar una reducción mucho mayor, hasta $20 millones por año. Luego de que los Lakers le demostraron su fe en él este verano, el próximo año será su turno para devolver el favor.
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