¿En qué quedó el pase de posta?
El que Dwight Howard debía recibir de Kobe Bryant algún día...
Llámalo un intercambio fallido o utiliza la metáfora que más te guste, pero perdida en las repercusiones inmediatas de la decisión de Howard de marcharse con los Houston Rockets quedó la necesidad relativamente urgente de los Lakers de elegir al próximo líder sucesor del equipo.
Bryant, por supuesto, dijo la semana pasada que tiene intenciones de retirarse siendo un Laker y no cree que haya inconvenientes para negociar una extensión de su actual contrato que llegará a su fin después de la próxima temporada. De modo que por dos o tres o cuatro años más, él se hará cargo del reinado.
Pero incluso él ha admitido que ese sería un recurso temporal y no una solución a largo plazo. Además, ha dicho en más de una ocasión que es muy importante para él poder dejar a la franquicia en buenas manos. "Esta organización ha hecho mucho por mí. Estoy muy agradecido", dijo Bryant durante la cena del campo de entrenamiento la temporada pasada, cuando los términos y las condiciones de transferencia se detallaron públicamente para Howard.
"Esa es una de las conversaciones que tuvimos con el vicepresidente ejecutivo, Jim Buss, durante el verano. Yo le dije, 'Si tienen la oportunidad de sumar a Dwight durante el verano, súmenlo porque quiero ver que la organización siga floreciendo y siendo exitosa cuando me vaya'".
La cita anterior parece un poco pasada de moda cuando todos saben cómo terminaron las cosas con Howard. Pero la premisa sigue siendo la misma: Los Lakers -- y Bryant -- necesitan un sucesor.
Y es casi tan importante para Bryant y su legado como lo es para el futuro de los Lakers. Digo "casi" porque el lugar de Bryant entre los más grandes de todos los tiempos ya es algo bien establecido. Pero debido a la manera en la que terminaron las cosas con Shaquille O'Neal y ahora con Howard, sería una mancha en su currículo si su carrera no terminase con un traspaso limpio -- o con uno o dos títulos más al lado de Pau Gasol.
Gasol y Derek Fisher han sido los dos compañeros de equipo con los que Bryant tuvo la mayor conexión durante su carrera.
Además de ser cerebrales y susceptibles, Fisher y Gasol no se han sentido para nada amenazados por Bryant. No estaban allí para hacerse cargo de su puesto. Estaban allí para complementarlo. Ambos lo han desafiado cuando era necesario, razón por la cual él los respeta mucho. Pero estas relaciones siempre han sido de igual a igual, no la de un mentor y su discípulo como se suponía que tenía que ser con Howard.
Es probable que esa relación haya estado condenada desde un comienzo. Howard y Bryant son muy diferentes. Pero toda la premisa ha sido errónea. No se trata de entregar la franquicia de los Lakers a alguien, eso es algo que un jugador se tiene que ganar. Por lo tanto en estas instancias, honestamente, el heredero debería pasar al frente y hacerse cargo del trono.
Bryant ha jugado durante ocho temporadas y ganado tres títulos antes de que la organización de los Lakers se sintiera lo suficientemente cómoda como para entregarle la franquicia en 2004. Lo conocían, los fanáticos de los Lakers lo adoraban, y tal vez lo más importante, entendía todo lo que eso implicaba.
Howard, por el contrario, nunca pidió ser un Laker --eran su tercera opción entre sus potenciales destinos cuando elOrlando Magic lo cambió durante la temporada 2011-12--. Fue cambiado a Los Angeles Lakers y allí intentó que las cosas funcionasen. Pero resultó ser que durante el año que estuvo en la ciudad, desarrolló muy poca afinidad con la franquicia y los fanáticos, y pareció estar siempre más concentrado en lo que la franquicia podía hacer por él en vez de lo que él podía hacer por la franquicia.
Basado en parte en su experiencia con Shaq, Kobe sabe perfectamente qué es lo que se necesita para liderar a un equipo hacia el campeonato.
Ese era su derecho como agente libre. Hay que darle crédito por reconocer que esto no era para él y en última instancia tener la convicción de alejarse para ir en busca de un lugar adecuado.
De todas maneras, lo que hace lo anterior es reforzar la necesidad de encontrar y formar a un nuevo líder en L.A. Oficialmente, la tarea recae en manos del gerente general, Mitch Kupchak. Extraoficialmente, es tanta responsabilidad de Bryant como de Kupchak.
No tuvo mucha opinión en la incorporación de Howard. Dio su aprobación inicial, intentó ganárselo, pero ambos tuvieron desencuentros desde un principio. Su última reunión terminó siendo una versión renovada de las mismas cuestiones que fueron problemáticas durante la temporada.
En esta oportunidad, Bryant debe tener un papel importante en la elección y en el reclutamiento del hombre que lo sucederá. Hay que dejar de intentar con lo que no funciona. No hay más tiempo.
Bryant, más que nadie en la organización, sabe cuáles son los jugadores que pueden manejar el hecho de ser la cara de la franquicia y las responsabilidades que eso trae aparejadas. Probablemente sea el único que verdaderamente puede hacer sentir cómodo a ese jugador para que acepte el desafío. Y sí, más que nadie dentro de los Lakers, tiene la influencia para hacer que eso suceda.
Si Phil Jackson estuviese en una posición de reclutar agentes libres, sería una historia diferente. Por ahora, está tangencialmente alrededor como un recurso, pero más que nada intentando reservar sus opiniones para sí mismo y su medio millón de seguidores en Twitter.
De modo que independientemente de que sea LeBron James o Carmelo Anthony en 2014, Kevin Love en 2015 o cualquiera de los otros potenciales candidatos, Bryant tiene que liderar el esfuerzo de reclutamiento.
De alguna manera, se siente como si fuera un jugador por debajo del nivel de Bryant tener que entrar en ese plan de formación. De alguna manera, se siente como si estuviera por debajo de una franquicia de la estatura de los Lakers tener que reclutar a un sucesor. El jugador indicado debería querer jugar para los Lakers y aprender detrás de uno de los más grandes de todos los tiempos. No debería haber alguien para pasar la posta, esa persona simplemente debería hacerse cargo de su función de inmediato.
De todas maneras, no hay muchos jugadores con estas características.
Recuerden, Jerry West fue quien encontró a Bryant.
A veces, todo lo que se necesita es verse reflejado en el otro para saber que es el indicado.
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