Luego de su victoria 97-93 sobre el Miami Heat en el segundo partido de la serie final de la Conferencia del Este de la NBA, los Indiana Pacers quedan en una posición de cierta ventaja, al menos emocional, cuando las acciones se trasladen de sede el domingo.
El triunfo que los Pacers le arañaron el viernes al Heat en Miami dejó igualada la porfía a un triunfo por bando y ahora la serie se mueve hacia Indianápolis.
Posiblemente no ha habido un sitio más esquivo para Miami que Indiana.
En 46 partidos que ambos equipos han disputado en Indianápolis durante temporadas regulares desde la campaña 1988-89, los Pacers han salido por la puerta ancha en 37 ocasiones, mientras que el Heat apenas consiguió nueve éxitos.
Incluso esta temporada 2012-13, en que Miami ostenta la condición de campeón defensor, perdió en las dos oportunidades en que jugaron ante los Pacers como visitantes.
Sin embargo, ese padrinazgo que los Pacers han ejercido sobre el Heat en Indiana en temporadas regulares, no ha podido materializarse en playoffs
El pasado año, estos dos equipos se vieron las caras en la segunda ronda de los playoffs y Miami salió victorioso en dos ocasiones de tres veces que jugaron en Indianápolis.
La clave del Heat para mantenerse a flote será mejorar en los tiros libres, pues fue en ese aspecto en el que se le escapó el triunfo en el segundo choque de la serie.
Y es que los tiros libres es lo que regala el rival. Si no se aprovechan, sobre todo teniendo en cuenta de que se trata de dos equipos eminentemente defensivos, las cosas salen mal.
En los dos primeros partidos disputados en la Capital del Sol, los locales ejecutaron 51 tiros libres y sólo encestaron 32, para un 62.7 por ciento.
Por su parte, los Pacers se fueron de 62-50, para una efectividad del 80.6 por ciento.
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